La universalidad paulina es una forma de lucha
La universalidad paulina, por el contrario, es una forma de lucha. Cuando Pablo dice: “No hay griegos o judíos, no hay hombres o mujeres…”, esto no significa que todos seamos una feliz familia humana, sino, más bien, que hay una gran división que transciende todas estas identidades particulares, tornándolas finalmente irrelevantes: “No hay griegos ni judíos, no hay hombres ni mujeres… ¡sólo hay cristianos y enemigos de la cristiandad!”. O, como tendríamos que decirlo hoy en día: sólo están aquellos que luchan por la emancipación y sus reaccionarios oponentes: el pueblo y los enemigos del pueblo.
—Slavoj Zizek, Primero como tragedia, después como farsa.